¿Qué dice la Biblia de la magia? Secretos y contradicciones

Imagina un libro milenario. Un texto que ha moldeado imperios, inspirado revoluciones y desatado guerras. Entre sus páginas, hay relatos de serpientes parlantes, columnas de fuego y profetas que desafían las leyes de la física. Pero ¿qué pasa cuando leemos la Biblia no solo como un manual moral, sino como un mapa de lo oculto?

Hoy, desenterramos la pregunta que muchos evitan: ¿qué dice la Biblia de la magia? Y no, no es un tema de películas de terror. Es una conversación sobre poder, rebeldía y hasta botánica divina. ¿Listo para desafiar lo que creías saber?

“No consultaréis a los médiums”: La línea roja de Dios

La Biblia no se anda con rodeos:

“No os dirigáis a los médiums ni a los nigromantes… Yo soy el Señor vuestro Dios” (Levítico 19:31).

Desde adivinación hasta hechizos, el mensaje es claro: la brujería es una falsificación de Satanás. Pero aquí hay un detalle clave: no se trata solo de rituales con velas negras. La Biblia incluye en esta categoría prácticas modernas como:

• Horóscopos (¿has revisado tu signo hoy?).

• Tableros de ouija (sí, esos que usabas en la adolescencia).

• Cartas del tarot (aunque las vendan como “guía espiritual positiva”).

Para el texto sagrado, todo esto es como beber veneno con etiqueta de jugo natural: aunque parezca inofensivo, inofensiva.

Magia vs. milagros: ¿Doble estándar divino?

Moisés convierte el Nilo en sangre. Elías desafía a 450 profetas de Baal. Jonás sobrevive tres días en un pez. ¿No suena esto a… magia?

La diferencia, según la Biblia, está en la fuente del poder:

• Milagros: Fluyen de la obediencia a Dios (Éxodo 7-8).

• Brujería: Nace de pactos con “espíritus engañadores” (2 Corintios 11:14).

Pero aquí surge la paradoja: ¿por qué Dios ordena matar hechiceras (Éxodo 22:18) si también enseña “no matarás”? ¿Acaso la Biblia se contradice?

Mi reflexión: Como documentalista, creo que este mandato refleja un contexto histórico de pureza ritual, no una licencia para cazar brujas. Jesús, siglos después, priorizó el perdón sobre la lapidación (Juan 8:7). La clave está en separar el mensaje eterno de las prácticas culturales antiguas.

La brujería que llevamos dentro: Rebelión, tarot y… ¿tu horóscopo diario?

Samuel 15:23 lo deja claro: “La rebeldía es como el pecado de la hechicería“. ¿Traducción? Cuando persigues tus deseos al margen de Dios, estás practicando brujería moderna.

Ejemplos cotidianos:

• Consultar horóscopos para tomar decisiones (en lugar de reflexionar o orar).

• Manipular personas con chantaje emocional (sí, eso también es “magia negra” interpersonal).

• Obsesionarse con el control (como si fueras un demiurgo de tu propio universo).

La brujería no son solo rituales: es una actitud del corazón.

Hierbas, chamanes y la chispa divina: ¿Dónde trazar la línea?

Dios le dio al humano dominio sobre plantas y animales (Génesis 1:29). Entonces, ¿usar hierbas medicinales es brujería? ¿Consultar a un chamán que cura con raíces es pecado?

Aquí, la Biblia parece guardar silencio… pero no del todo. El problema no está en los recursos naturales, sino en a quién le atribuyes el poder:

• ¿Ves las plantas como regalos de Dios para sanar? ✅

• ¿Invocas espíritus ancestrales al preparar un té? ❌

Mi perspectiva personal: Todos llevamos una “chispa divina”. Cuando confiamos en esa conexión directa con lo sagrado, no necesitamos intermediarios… ni siquiera los bienintencionados.

El lado oculto de la Biblia: ¿Enseña magia sin querer?

Aquí va un spoiler incómodo: la Biblia contiene instrucciones que hoy consideraríamos… mágicas. Por ejemplo:

• La serpiente de bronce (Números 21:8-9): Un objeto que sanaba al ser mirado. ¿Amuleto o metáfora?

• El Urim y Tumim (Éxodo 28:30): Piedras usadas por el sumo sacerdote para recibir respuestas de Dios. ¿Adivinación sagrada?

¿Contradicción? Para los esotéricos, no. Es la diferencia entre magia ceremonial (rituales vacíos) y símbolos de fe que apuntan a verdades más profundas.

Conclusión: ¿Magia o milagro? Tú decides

La Biblia no es un libro de hechizos, pero tampoco un manual simplista. Detrás de sus advertencias contra la brujería, hay una invitación a:

• Desconfiar de atajos espirituales (por muy light que se vean).

• Reconocer el poder interno que viene de la conexión con lo divino.

• Cuestionar sin miedo, porque hasta los textos sagrados esconden paradojas.